Reflexiones de Clara Josefina Vela


Santo Tomás nos decía: Dios puede disponer  las cosas a fin de significar con ellas otras realidades, esa premisa es compartida por la magia del arte, específicamente de la animación, el creador es un pequeño Dios  que construye su propio mundo, a imagen y semejanza de su pensamiento, de su deseo.  Al principio nada era nada, todo era oscuridad, se creó la luz y la escenografía, los protagonistas de la historia y situaciones diversas que constituyen su vida.  El destino ya está escrito por el artista, pero la ruta varía según el comportamiento del material, de esta manera la animación se convierte en una alegoría sobre el origen de la vida, siendo este un evento desconocido, investigado por décadas, un motivo de dudas, especulaciones y formas de dominio.  El animador da el soplo de vida, su ejercicio diario es una forma de entender la existencia misma, el movimiento, el poder de la creación, su misión es erigir mini-mundos de pensamientos para un gran mundo que aún no entiende, pues no se sabe que fue primero si el huevo o la gallina, si el mono o la serpiente, si el big-bang o los extraterrestres.  Dios fue el primer animador (sin querer con esto crear una blasfemia), el movimiento es a la pintura y la escultura como el soplo de vida que Dios les dio a sus hombres de barro.

El movimiento se convierte en soplo de vida para la imagen; la pintura puede hablar, la escultura renuncia a ser hierática, la instalación deja de ser un bricolaje simbólico, para convertirse por medio de la fotografía en naturalezas vivas, donde el espectador ya no solo contempla, interpreta y saca conclusiones a partir de la quietud, sino desde el retrato contado por su propio protagonista, cada una de estas piezas toma vida y voz, desde el movimiento va guiando al espectador por una serie de fantasías solo posibles en el pensamiento.

Fantasías que todos tenemos, imposibles en la vida real, pero existentes en nuestra mente y simuladas en la pantalla, esa fue una de las razones por las que me interesó la animación, podía crear mi mundo y además comunicarlo mediante el lenguaje plástico.  Desde que existe mi recuerdo, el acumular objetos se convirtió en una obsesión, en ocasiones sin sentido, pero que el impulso no puede evitar, de manera inconsciente mi lugar de trabajo es una ferretería plástica, un centro de recolección de materiales y formas diversas, ahora entiendo para qué tanto “residuo”, tuvieron que pasar muchos años para darles el soplo de vida y descubrir que con la animación me era posible darles movimiento, forma y razón de ser.  El residuo siempre fue usado en la pintura, la escultura y la instalación, al que denomine arte residual, hecho con materia que no se agota ni muere, se transforma, esa es su alquimia, solo le faltaba la acción.

Desde la imagen estática se comunica, pero ella no me era suficiente para expresarme, fue así como llegué al performance, al happening, a la acción plástica, construyendo narraciones desde mi cuerpo y el público, haciendo uso del espacio, el tiempo y la materia.  En 24 mujeres visten un difunto (Celebraciones Instructivas)(2008) la acción fue descubierta, y con ella la razón de ser del ritual humano del movimiento, el sentido de nuestra vida cotidiana, de cada uno de los pasos que damos diariamente, la razón de ser de los actos en el mundo y para el mundo.  Este tipo de arte contextual, me permitió reflexionar sobre la vida y su origen, temas que suelo usar en mis creaciones, me interesa ahondar en lo fantástico de nuestras  creencias, en el misterio de su poder; trabajo principalmente temas rituales, del cuerpo, de la sociedad, del ser humano en general.

Simultáneamente a las acciones plásticas acompaño el trabajo visual de La Ratonera Inc. agrupación de música concreta y experimental  que me ha concedido explorar técnica y libremente el área audiovisual, con ellos busco un homónimo entre ruido visual y el ruido sonoro, iniciando así mi camino como creadora visual empírica, dejándome llevar por el poder de sus letras y sus ritmos, plasmo en los videos la sensación de su música.  Sangre de Doberman (2007) fue el primer trabajo visual animado construido totalmente en Flash, sin hacer uso de materiales vivos, exclusivamente digital y al mismo tiempo cargado de ingenuidad y libertad en el trazo, el color y la forma.  La Gallina Josefina y La Ratonera Inc. han construido un laboratorio donde la premisa es la experimentación y el alejar al creador de sus seguridades, crear puentes entre los lenguajes artísticos, construir actos desde el no dominio de la técnica, entre menos se sepa del oficio mucho mejor, pues los productos no estarán colmados de leyes y trucos sino de subjetividad, impulso e instinto creador.  No vene (2009) y Vj Herodes baby (2009) es un collage visual, un reciclaje de pequeñas imágenes en movimiento, cuya temática es la reproducción y la paternidad.  Estas dos creaciones se construyeron para acompañar el performance sonoro en vivo, en ellas se exploraron efectos digitales y stop motion.

Las acciones plásticas y el trabajo audiovisual desarrollado con la Ratonera Inc.  me llevaron a la animación no como un lenguaje cinematográfico sino como el movimiento al servicio de la materia, en ella puedo plasmar la magia de los materiales como narradores y poseedores de significados propios, puedo llevar las acciones al extremo y el pensamiento al límite; el cuerpo y el espacio real ya no son un impedimento En este medio de expresión el material, el personaje y la escenografía comienzan a tomar vida propia y a dirigir la ruta.

El eterno cuestionamiento en el ámbito del arte sobre la realidad se manifiesta en este lenguaje.  Si nuestra inmediata realidad se muestra tan falsa, hacer real lo falso se convierte en un nuevo mundo donde vivir, esa es su verdadera magia; construir mundos alternos que todos nos creemos y  generar nuevas sensaciones a partir de lo conocido, percibiéndolo en roles diferentes a los ejecutados en la vida cotidiana (un zapato comiendo, dos sillas haciendo el amor, un hombre engullendo otro hombre…) los ejemplos y alternativas son infinitos; por lo tanto la animación es el destapador de la imaginación, es un lenguaje sin leyes ni decálogos, es la puerta abierta a hacer realidad nuestras fantasías.

La animación es un medio de expresión que me permite hacer uso total de mi formación como docente en artes, ya que en ella aplico la música, el teatro, la literatura, las artes plásticas y visuales, genero conexiones y diálogos entre los diversos lenguajes.   Empollando Crestas (La anunciación de Jesús Punk) (2010)  es una muestra de ello, nace de un guión teatral, que se ha venido adaptando a la imagen en movimiento; la música, la idea conceptual, la creación plástica y técnica fueron generadas autónomamente, el conocer los diversos lenguajes del arte me permiten tener albedrío sobre mi trabajo, crear un estilo propio, donde se puede vislumbrar el cacareo de La Gallina Josefina.  En este último trabajo pude hacer uso de las diversas técnicas de animación (Stop Motion, Rotoscopia, Pixilación, Dibujo, construcción digital)  aprendidas durante el Diplomado en Animación Experimental brindado por la Universidad Javeriana.  Empollando Crestas es una alegoría sobre la reproducción y la sexualidad femenina, es una puesta en escena de la mitología católica de la encarnación del espíritu santo en el cuerpo de María relacionada con la mitología Wayúu donde la Luna es el padre de la humanidad y es él quien viene en las noches y penetra a las mujeres  y de esta manera ellas dejan de sangrar para quedar embarazadas.    Este corto no pretende ser un discurso feminista, tan solo es la representación de cómo las creencias afectan la vida de una mujer, en el se evidencian mis temáticas recurrentes tales como: el origen, el rito, las costumbres, el significante de los actos y los materiales.

En cuanto a referentes o influencias, prefiero llamarlos puntos de interés, ellos no están dirigidos exclusivamente a la animación, son diversos en los lenguajes.  Me inquieta el origen y por eso me gusta la mitología de todas las culturas, me encanta el cine de terror de serie b y el oriental, las historias populares de fantasmas, y sobre todo las costumbres regionales, los modos de hacer; los rituales culturales, religiosos y sociales, me gusta el conocimiento que se genera hereditariamente tales como dichos, supersticiones, medicina, gastronomía, artesanía y creencias.

La voz de las mujeres, sus pensamientos y actos a través de la historia siempre me ha creado inquietud, por lo tanto me he acercado a la vida y obra de artistas tales como: Frida Kahlo, Yoko Ono, Marina Abramovic, Edith Piaf, Valery Solanis, Chavela Vargas, Mary Shelley, María Villa, Débora Arango, Hanna Hosh, Patty Smith, María Teresa Hincapie entre otras, y aún quedan más por conocer que la historia se ha encargado de invisibillizar.  Ellas son relevantes para mí pues su discurso creativo jamás se aleja de su vida, el arte no es un artificio sino un verdadero estilo de vida, toman sus propias experiencias para hablar del ser humano, su vida es una obra en sí misma.  Sus cuadros, canciones, performance, libros, son un medio para comunicar el pensamiento y conexión con el mundo. La visión masculina no es castrada tampoco, Julio Cortazar, Bob Dylan, John Cage, Tim Burtón, Michael Gondry, Syd Vicious, Marcel Duchamp, Carlos Castañeda, Jesucristo, Gandhi, Joseph Beuys, Antonin Artaud, Alejandro Jodorowksy entre otros; han sido referentes de cabecera en mi larga y eterna exploración por el oficio del arte y el pensamiento.

En cuanto al campo de la animación específicamente, es realmente un capítulo nuevo que he comenzado a indagar y del cual me he dado cuenta que hay un largo camino por recorrer y aprender, larga tela que cortar para reconocer a todos los encargados de impulsar este lenguaje.  Jiri Trinka, Norman Mclaren y Jan Svanmajer fueron mis primeros referentes en la animación y los culpables por inducirme en este camino;  El viaje a la Luna, la Ciencia de los sueños y Las Trillizas de Bellaville las películas referentes en mi recorrido.

El horizonte que se abre en cuanto a la imagen en movimiento es infinito, las opciones y posibilidades de creación no caben en la mente, por lo tanto seguiré trabajando y fusionando lenguajes, medios y materiales;  Empollando Crestas (La anunciación de Jesús Punk) es el inicio de la historia de un punkero atormentado por la paternidad, que se desea contar en cuatro capítulos, que van desde la anunciación hasta la cruci-ficción.  Simultáneamente a este trabajo estoy desarrollando un documental junto al colectivo Arraigo Revista en el que se hará presente la animación como elemento que pone en entredicho la vida real del cambio y “progreso” de Bogotá.


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